El asesoramiento tecnológico para el desarrollo de productos digitales propios implica un proceso meticuloso que se apoya en diversas técnicas de ingeniería de software. Estas técnicas permiten no solo comprender las necesidades y expectativas del mercado, sino también traducirlas en soluciones tecnológicas innovadoras y efectivas.

Durante este proceso, se trabaja en estrecha colaboración con los equipos de desarrollo y los stakeholders pertinentes para identificar y definir claramente los requisitos del producto. Esto se logra a través de la aplicación de técnicas como entrevistas con usuarios potenciales, análisis de competidores, revisión de tendencias del mercado y análisis de casos de uso.

Una vez que se han establecido los requisitos, se procede al diseño arquitectónico y al desarrollo del producto utilizando metodologías ágiles u otras prácticas de gestión de proyectos adecuadas. Estas metodologías permiten una iteración continua y un enfoque centrado en el usuario, lo que facilita la adaptación del producto a medida que evolucionan las necesidades y los requisitos del mercado.